Comienza la segunda etapa del viaje a Marruecos…
Cuando menos te lo esperas…aparecen una pareja de catalanes, buenas sensaciones, mismos intereses de viaje…y porque no? sin conocernos nos damos los teléfonos…Una llamada…”Oye os hace escuchar a un guía que nos propone una ruta de cuatro días?” Y ahí empieza todo.
Decidimos contratar este guía (Isidro) después de toda una mañana (literal) regateando y tomando tés hasta que llegamos a un acuerdo. Nos vamos cuatro días y tres noches a visitar la Garganta del Dades, Garganta del Todra y por último terminar durmiendo en el desierto.
Muchos kilómetros para tan pocos días, pero bueno, queremos ver muchas cosas.. Y todo esto con nuestros nuevos coleguis, La Sabi y Donete.
Pasamos por muchos pueblos, donde la gente vive muy diferente a como lo hacemos nosotros aquí. Niños muy pequeños solos andando por las carreteras, mujeres con bebes trabajando en el campo, lavando en los ríos, y hombres tomando el sol…si si por desgracia esta escena se repetía una y otra vez…Isidro nos decía que los hombres trabajaban en construcción etc. Pero bueno lo que vimos fue sobre todo a las mujeres dejándose la piel.
Paramos en lugares donde comen los marroquís, muy baratos. Isidro nos decía que íbamos hacer una ruta para no turistas, ahí se escondía un poco un interés económico de llevarnos a sitios baratos y algún lugar donde seguro que tenia comisión. Para mí esto es normal, como decía Donete para ellos un turista es un “euro con patas”.El instinto de supervivencia cuando vives con tan poco hay que sacarlo. Por eso en cualquier lugar se avalanchan hacia los turistas
Las gargantas impresionantes y el desierto, la ruta en camello y el amanecer …más!!! (suerte de nuestros saquito porque hacia un frio que pela!!!!!)
Uno de los mejores momentos del viaje fue parar en una especie de casa rural con muchísimo encanto en Dades. Allí su dueño, un músico muy hospitalario y simpático, nos contó sus aventuras amorosas, sus conciertos con Santana (si si con fotitos incluidas) y nos deleitó con una supercena y un concierto con música e instrumentos autóctonos acompañados como no de té con hierbabuena. Al final todos cantábamos como podíamos en árabe.
Mención especial para el reencuentro con la Xiqueta y Fotógrafa. Hacía ya dos años que no veía a la meua Xiqueta después de tantas vivencias, que ilusión! (Hasta pronto)
Un país al que hay que volver, con la experiencia de haber ido, quizás ya más libres sin guía, ver con más tranquilidad los sitios y pueblos por los que pasamos y otros que quedaron pendientes casacadas d’ozoud, Toubkal, Essouira, etc.
Besos
(Saakiss)